Conversaciones que dejan mucho que desear

‒¿Eres de un pueblo?
‒Sí, ¿y tú?
‒Yo las tengo grandes y redonditas.

‒Busco chica que desee convertirme en su retrete humano completo. En principio hablarlo. Después quizás hacerlo real.

‒Hola, guapa, me gustaría proponerte algo.
‒No es follar.
‒¿Puedo?
‒Hola.
‒Sí, adelante.
‒Mira, cariño.
‒Busco una amiga normal y corriente.
‒Que me deje hacerle cunnilingus de vez en cuando, porque me encanta hacerlo.
‒No hace falta que me hagan nada a mí, sólo hacer eso.
‒¿Estás?
‒Dime algo.
‒Déjame tu MSN si te interesa.
‒Sólo busco comerlo, nada más.

‒Busco chica dominante que desee convertirme en su retrete humano completo. Comería y bebería todo de ti. Podrías usarme una vez o muy a menudo.
‒¿Naciste de pie?
‒Soy sumiso y esa me parece la forma máxima de entrega.
‒Aham. Pues a mí me parece la forma máxima de subnormalidad.

‒Hola.
‒Hola.
‒¿Qué tal?
‒Yo bien... ¿y tú?
‒Bien.
‒Mira, yo namás* busco amistad, si quieres tedos* mi MSN y situ* quieres podemos ser amigos.
‒No, es igual... Busco gente que sepa escribir.
‒Ok.
‒Lo que quieras.